miércoles, 1 de diciembre de 2010

¿Ordeñando una vaca?



"Todas las ideas realmente buenas que he tenido en mi vida aparecieron mientras ordeñaba una vaca" Grant Wood, pintor.

Seguro que alguna vez os ha ocurrido, en la ducha, corriendo o simplemente relajados y con la mente en blanco, que por fin ha aparecido la solución al problema que os perseguía durante toda la semana, y es entonces cuando te preguntas ¿por qué no lo habré pensado antes?

Ese instante en el que solucionas un problema es el momento final de un proceso y Henri Poincaré fue de los primeros en proponer los pasos del proceso creativo de solución de problemas. El primer paso es la preparación, el momento en el que te sumerges en el problema en busca de información importante que te pueda ayudar a resolverlo; pero esta fase no es nada fácil y muchas veces nos encontramos con barreras, muchas de ellas impuestas por nosotros mismos, como la autocensura, el "pensaran que estoy loco" o "eso no funcionará".

Después de recoger toda la información comienza la etapa de incubación, es en esta etapa en la que haces la digestión de toda la información que has reunido y "consultas con la almohada". Después de sumergirse en un problema suele dar muy buenos frutos dejarlo a un lado por un tiempo porque, aunque no lo creas, nuestro cerebro continúa buscando la solución a pesar de que no estés pensando en el problema de manera consciente. La respuesta puede llegar en cualquier momento, en el inconsciente no existen juicios y  las ideas son libres de recombinarse y asociarse.

Cuando estamos más abiertos a la inventiva es en los momentos en los que no pensamos en nada en particular, por esto "soñar despiertos" muchas veces nos ayuda en encontrar soluciones a problemas que parecían imposibles.

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