miércoles, 17 de noviembre de 2010

¿Jugamos?




¿De cuántas maneras distintas puedes transportar agua mediante un colador?

Plantearnos los problemas cotidianos desde una perspectiva lúdica nos puede ayudar a ser más creativos. Los procesos creativos requieren de una actividad lúdica, porque  es a través del juego cuando la creatividad surge con mayor fuerza ayudando a brotar a las ideas más originales.

¿Podemos entrenar nuestra capacidad lúdica? Sin ninguna duda, y cuanto más la entrenemos más potencial creativo desarrollaremos.

El pasado fin de semana conocí un juego de mesa nuevo, DIXIT. Es un juego genial, que conecta con nuestro lado creativo, favorece el desarrollo de la intuición y la imaginación y tiene unas ilustraciones muy evocadoras.

Con el juego nos damos cuenta de las barreras que nos ponemos a la hora de ser creativos, hallar soluciones insólitas o incluso ilógicas. Algunas de las barreras que nos imponemos son muy fuertes, el miedo al fracaso, la vergüenza, el peso de la experiencia, el temor al ridículo, etc.

De este tema también habla Tim Brown, director de la empresa de innovación y diseño  IDEO en este vídeo.  Es muy importante eliminar esas barreras para poder ser más libres y para ello pone ejemplos que muchos ya conoceréis. Es tan importante para el proceso creativo conectar con nuestro lado lúdico y olvidarnos de esas barreras, que en muchas empresas crean entornos que lo favorecen, ejemplos como Google y su tobogán, las casas de madera de Pixar o el Finger Blaster de IDEO. En ambientes relajados y en los que confiamos las ideas surgen sin parar.

¡A jugar y a trabajar!


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